Me presento, me llamo Victoria Valiente, soy psicóloga clínica y social, soy counsellor, soy psicoterapeuta, soy Counselling psychologist, además mis pacientes me piden consejo, coaching y a veces hasta opinión sobre si coger un trabajo o mandar a su novio/a a otros destinos.
Con este blog quiero empezar defendiendo por qué es necesario ir al psicólogo. Ya sé que el mercado está lleno de gente que ofrece maravillosos servicios, he aceptado tarjetitas en el metro de Madrid y en las calles de Londres de sanadores, chamanes y curadores varios que lo mismo te arreglan, un mal de ojo, que te ayudan con las oposiciones y hacen que te salga pareja… A veces estaría bien ponerles a prueba. Además hay todo tipo de personas y terapeutas que sanan, que arreglan, que te recomponen, que te prometen triunfo laboral, social y en el amor y sobre todo quieren que seas feliz. La felicidad se ha convertido en un concepto que vende, de hecho mucha gente consulta con un profesional porque todo el mundo debe ser feliz. Y yo me pregunto, ¿en qué universo paralelo está escrito que los humanos tengamos que ser felices todo el tiempo? (SPOILER: atentos a nuevas entregas).
Además del mal de amores o de la insatisfacción laboral, en la consulta de un psicólogo trabajamos con una serie de “entidades”, síndromes, trastornos o patologías como la depresión, la ansiedad, la distimia, las fobias, el trastorno obsesivo compulsivo y otros con nombres mucho más llamativos y rimbombantes como la tricotilomanía, el Síndrome de Munchausen, que es un trastorno facticio, el trastorno de Gilles de la Tourette y muchos más. (Pido perdón por estos palabros, pero me sirven para ilustrar mi razonamiento).
Pero me gustaría hacer hincapié en que cuando una persona visita a un psicólogo no tiene porque tener ninguno de estos diagnósticos, de hecho muchos de mis pacientes actuales no estarían reflejados en estos trastornos.
A veces nos llevamos mal con la familia, con las parejas o proyecto de parejas, nos molestan profundamente algunos comportamientos de nuestros amigos, no soportamos a nuestro jefe, a nuestro hijo, a nuestro compañero de piso, todo nos parece mal, nos da coraje cualquier comentario… en definitiva no aguantamos nuestra propia vida.
O quizá arrastramos una tristeza a la que no encontramos solución, o queremos escapar, cambiar de ciudad, de situación… Yo siempre digo que uno puede correr y escapar, cambiar de país o de continente, pero los problemas se vienen contigo, son como tu mochila. De hecho he atendido a gente de vacaciones en Londres, ¿parece extraño? No lo es.
¿Qué ocurre cuando no salen las cosas como yo quiero?, cuando no se cumplen mis expectativas y me siento frustrado? ¿Y QUÉ PASA cuando la gente no es como yo esperaba?, en que situación me deja eso, como afronto mis problemas…
Tras todas estas ideas, a ver, ¿por qué motivos creéis que va alguien al psicólogo? La respuesta es PORQUE SI. No hace falta nada más? Por una duda, por una molestia, porque lloro, porque me parezco a mi madre o porque no tengo ilusión.
Ahora bien, ¿por qué un psicólogo/a? Hay mil opciones en el mercado, counsellors, coachs donde quiera que vayas, profesionales de la risoterapia, aromaterapia, cromoterapia, homeópatas, acupunturistas, naturopatas, más profesionales del coaching, masajistas, psicoanalistas, especialistas en PNL…
Vuelvo a la pregunta, ¿por qué una psicóloga? Pues mirad, aparte de porque la psicología es una enseñanza reglada que se aprende en la universidad (y no en un curso de verano) y que está reconocida y sujeta a las leyes de cada país, porque cuando hablamos de salud mental una psicóloga/o puede dilucidar y diagnosticar lo que te pasa.
OJO, no estoy haciendo una crítica al resto de profesionales que se dedican a la salud, de hecho yo he acudido a alguno de ellos, pero os quiero prevenir acerca de los vendedores de humo y os recomiendo que observéis las titulaciones de los profesionales que os van a atender, básicamente porque no distinguirán un trastorno de otro y porque quizá su campo de especialización no es lo que buscáis.
Gracias por estar ahí, acabo con un chiste del gran Forges. Ciao, besos y recordad pasadlo bien.
Victoria,
Victoria, estoy muy de acuerdo contigo, los psicólogos trabajáis con mucha profesionalidad, y más tú, que sé de primera mano, lo bien que trabajas. Un saludo.
Eres genial , te quiero mucho
Genial